En tiempos turbios, de valores denostosos, de desaforados ataque a la cultura y tradiciones, a pesar de ello siguen habiendo aires frescos que engrandecen la fiesta de los toros.
Con varias décadas de diferencia, es curioso y grandioso que se conjuguen afinidades y arraigos a las ancestrales tradiciones que pretenden matar politicuchos de medio pelo, animalistas subvencionados y tontos incultos vociferantes.
He aquí a mi amigo Pascual, que durante su vida pasó y disfrutó de las distintas fases del toreo y que en la actualidad ejerce de apoderado, en plena lección artística a Israel "Niño de Valencia" sacando y educando del interior de la afición temprana de un niño de ocho años los valores y la educación torera que le pueda llevar a ejercer esta profesión tan difícil pero tan grandiosa.
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