El pasado 14 de Julio, publique en este blog un articulo sobre la sin razón de los desatinos vertidos por los ignorantes, a raíz de la muerte del torero Víctor Barrio. Hoy vuelvo a sentarme ante el ordenador, porque los antitaurinos han vuelto a verter su baba asquerosa, esta vez sobre la enfermedad de un niño de nueve años.
Estas hordas "animalistas" incapaces de entender lo que critican, si son capaces de desear la muerte a Adrián por el mero hecho de que le gustan los toros y ha tenido el atrevimiento de decir que quiere ser torero.
Aizpea Etxezarraga. Deseó la muerte de Adrián en las redes y con arrogancia, publicó con su nombre y fotografía. Otros usaron seudónimos y otros borraron sus perfiles en la red después del exabrupto, demostrando su cobardía.
El mundo del toro, se ha convertido para los animalistas, en un pin pan pun donde lanzar pelotas envenenadas y cuanto más dañinas mejor.
La pasividad con la que se enfrentan los taurinos a este ataque, fomenta que las situaciones se produzcan más a menudo.
Deben ser los profesionales los que den el primer paso. A ellos se les puede acabar su medio de vida si triunfan los antitaurinos o animalistas o como se quieran llamar.
Con tan solo tres meses de diferencia, se ha vuelto a producir desaforados ataques a la tauromaquia, primero en el recuerdo a un fallecido que no se puedo defender y segundo a la inocencia de un niño. Esto demuestra la cobarde calaña de los que los publican, en Julio fue un "educador" el que encendió la llama y hoy, no lo se con certeza, pero me da igual, el caso es que las redes se han vuelto a llenar de insultos, y malos deseos a la inocencia de un niño al que el mundo del toro dedicó un festival cuyos fondos ayudarán al tratamiento de Adrián y él dijo con ilusión o agradecimiento, que quería ser torero.
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