Es evidente que muchos males de la fiesta están dentro. El Foro de la Juventud Taurina se queda sin apoyos para la Gala de su entrega de premios.
Y digo yo, si le ponemos trabas a los jóvenes aficionados ¿Quien asegura el futuro? Los aficionados añejos, los que hemos conducido el carro con nuestra afición desmedida por bandera, poco a poco, pasamos a otros planos de la tauromaquia, nos hacemos más cómodos y nuestra afición decrece a medida que pasan los años. Nuestras exigencias de antaño, la mayoría de las veces son difíciles de conseguir y la apatía nos separa de la asistencia a festejos. Todo esto unido a la falta de consideración al aficionado por parte de las empresas, están vaciando los tendidos.
El futuro está en ellos, son los jóvenes aficionados los que han de tomar el relevo y es a ellos a los que hay que ayudar. Poner trabas a esa joven afición, es ponérselas a la propia fiesta, coartar la libertad y el trabajo altruista que realizan, es apagar una llama que nace con fuerza y que tanto necesita la fiesta.
La Gala celebrada el pasado año en los teatros del Canal, fue un éxito en asistencia de aficionados y medios y este año puede no celebrarse por falta de apoyos.
Sería una verdadera aberración y un gran daño a la fiesta, uno más, que esto ocurriera.
De cualquier manera, desde aquí, animo a esa afición naciente a continuar esa encomiable labor desinteresada que tanta falta hace a nuestra fiesta.
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