07/08/2016 Madrid, Las Ventas. Algo menos de un cuarto. Se guardó un minuto de silencio en memoria de D. Miguel Flores.
Toros del Ventorrillo. Bien presentados, de diverso juego, nobles 1º, 4º, 5º y 6º
RICARDO TORRES. Tres pinchazos y descabello, Un aviso. Silencio. Estocada y descabello. Vuelta.
DAVID GALVAN, Estocada tendida. Silencio. Estocada caída. Silencio.
PEPE MORAL. Tres pinchazos. Silencio. Estocada y dos descabellos. Un aviso. Silencio.
No decepcionó el encierro del Ventorrillo, ni en presencia ni en calidad, hubo cuatro toros que llegaron a la muleta con buen tranco y nobleza y otros que se apagaron con prontitud.
Agradable sorpresa de Ricardo Torres. El maño que solo había hecho dos paseíllos en los tres últimos años, llegó a Madrid con ganas y un aptitud de novillero. Se dejó ir el noble primero influido por la responsabilidad. Una faena discontinua, de altibajos en la que logró muletazos sueltos de buena traza, mal con los aceros. En el cuarto se le vio con mas soltura, tuvo mas ligazón mostrándose en series mas continuas, cometió errores de distancia, mejoró en espadas y hubo leve petición.
El malagueño Galvan, no logró el acople en su primero, un toro que manseó, se fue al picador en las querencias y llegó al último tercio con poca gasolina, abusó de las distancias y terminó la faena con el consabido arrimón que nada dice. En el quinto, estuvo por debajo de su enemigo, el burraco le regaló embestidas claras y de calidad y Galvan no le dio ni temple ni distancia, volvió al arrimón de final de faena.
De alguna manera, los asiduos, esperábamos al sevillano Pepe Moral, que había dejado buenas sensaciónes en anteriores compromisos. Recibió al tercero de la tarde con verónicas inmejorables, ganando terreno y llevándolo a los medios, a la muleta llegó el toro lento y con poco recorrido, se pasó el sevillano en las distancias y manejó mal los aceros. En el que cerró plaza tampoco encontró el sevillano el sitio adecuado, el toro le exigía lidia distinta a la que le dio el torero, por lo que faltó acople.
Siempre lo mismo, ... cuando hay Toros no hay Toreros y viceversa.
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