EN MI CARTEL FAVORITO
No
me cabe duda alguna que en mi cartel favorito siempre estaría él. En mí caminar
por este mundo de los toros, me dijo un aficionado que para ver torear a Curro
hay que ser de su cuadrilla y no ponerse malo ni un día (cándida ignorancia),
sin saber que algunos vamos a verle hacer el paseíllo y con eso basta. Los que
pensamos así somos llamados Curristas “perpetuos”, por que hemos visto torear a
Curro y no solo una vez. Tanta veneración será por algo.
Allá
por 1956 un puñado de amigos tuvieron la feliz idea de formar la PEÑA TAURINA CURRO ROMERO, en
su Camas natal, siendo este aún un becerrista. No había transcurrido apenas un
año, cuando Romero debuta con caballos en la Maestranza (26 de Mayo
de 1957), sería el novillo Radiador de la ganadería de Benítez Cubero al
marcharse desorejado, el que propiciaría la primera firma que dejó el torero en
Sevilla.
Se
doctoró como matador en Valencia (Feria de Fallas) el 18 de Marzo de 1959
actuando de padrino Gregorio Sánchez y testigo Jaime Ostos, no fue buena tarde
para los diestros, Curro dejo destellos pero los del Conde de la Corte no pusieron de su
parte. Tampoco la confirmación en Madrid el 19 de Mayo del mismo año, (Feria de
San Isidro) suspendiéndose la corrida al finalizar la lidia del tercero por la
lluvia, repite en Madrid el 20 de Septiembre cortando la primera oreja en la Capital al toro Regatero
de Aleas. Pero sería el toro Tomatero de la ganadería de D. Clemente Tassara el
propiciante de su segunda firma en Sevilla y la primera vez que apareció en el
Paseo de Colon a hombros de los secretarios.
La
peculiaridad de este torero no ha podido con su grandeza, si muchas de sus
actuaciones se han contado por broncas, también muchas han dejado en el
aficionado el regusto de la exclusividad, como el sabor de la mejor comida. Si ha habido toreros capaces de darle la
vuelta al tendido después de una bronca monumental, uno de ellos ha sido Curro
Romero, y me refiero sin ir mas lejos a las tardes del 25 y 26 de Mayo de 1967 (Madrid
Feria de San Isidro), la primera se niega a matar un toro y es detenido por la
autoridad y la segunda sale por la Puerta
Grande. Los que conocemos a la afición de Madrid sabemos lo
que supone este hecho.
Ha
toreado treinta y cuatro Ferias de Abril, en 1982 toreó su corrida número 100
en la Maestranza
(sin lugar a duda su plaza).
Dios
me libre de desmerecer a otros toreros, pero el pellizco del Faraón era mucho
pellizco, cuando se abría de capote (de ese capote, que por su tamaño más
parecía un delantal), los tendidos no pestañeaban expectantes de los que podía
ocurrir, y si ocurría, ¡silencio señores! que está toreando Curro Romero,
afloraban los recuerdos, en voz baja comenzaban los comentarios y los
“perpetuos” en su pensamiento miraban hacia atrás y recordaban el paseíllo
de
la tarde de la encerrona con los de D.Carlos Urquijo (el 19 de Mayo de 1966),
ocho orejas en La
Maestranza y dicen los que lo vieron que Pesador se tubo que
ir sin rabo al desolladero.
Le
colgaron fama de torero medroso, para mi corto entender cualquiera que se pone
delante de una becerra, deja de ser medroso. A este respecto, decía Rafael El
Gallo. Las broncas se las lleva el viento
y las cornadas me las llevo yo. Ignoro a donde puede llegar la medrosidad
de un torero “si esta existe” pero el Camero dejo su sangre en las enfermerías
de muchas plazas, Sevilla, Almería, Aranjuez, El Puerto, y otras.
Yo
estuve allí la tarde del 24 de Mayo de 1973, junto a mi padre en la delantera
de grada del 6
Cuando saltó a la arena Marismeño número 174 de 566 kg de la ganadería de
Benitez Cubero, nadie imaginó lo que sucedería, el toreo largo, de empaque,
despacito, con cadencia, sin enganchones, sin alivios, en definitiva el toreo
puro y Madrid se rindió una vez mas al Faraón y le abrió la Puerta Grande , para que la Calle Alcalá
compartiera una vez mas su grandeza con la otra calle mítica El Paseo de Colón.
Compartió
cartel con todos, figuras y menos figuras. Comentaba en cierta ocasión Manolo
Cisneros (apoderado de Curro), como
torero ha roto todos los tópicos, nunca ha quitado a nadie de un cartel . Aún que haya quedado patente la vena
Currista del autor (y a modo de justificación), quiero plasmar comentarios de
la gente que ha estado junto al Faraón. José Borrero (picador),cuando cuaja un toro hasta el que no es
aficionado disfruta. Diego Mazo (picador), Curro Romero tiene ese sello de torero dentro y fuera de la plaza.
Manuel Portavella , (mozo de espadas), las
faenas de Curro solo las mejora él mismo. Juan de Triana, (banderillero), cuando cuaja un toro, le aplauden hasta sus
compañeros. Antonio Romero “Romerito” (banderillero), un torero como Curro suele salir cada cien años. Javier García
(banderillero), ir con Curro hace que te
sientas torero a su lado.
De
las críticas recibidas por Curro, yo destacaría la de Vicente Zabala en ABC,
sobre la corrida del Corpus en Granada el 22 de Junio de 1973, en la cita hecha
por este mismo crítico en el Teatro Lope de Vega en Abril 1993 (última feria de
Abril de Curro), al referirse a Francisco Romero López, fue tal la ovación y la
catarata de oles, que parecía la Puerta del Príncipe en una
de las apoteósicas tardes triunfales del Faraón, pero no solo Vicente Zabala
cantó las virtudes toreras del Maestro de Camas, Curro Puya, Díaz Cañabate, Rafael
Campos de España, Gregorio Corrochano, rindieron sus plumas a las excelencias
del Camero.
Para
las figuras del otro arte tampoco pasó desapercibido, La Paquera de Jerez, (La Faraona ) Lola Flores, Isabel
Pantoja, El Turronero, Camarón de La
Isla , Pansequito, Manolo Sanlucar, Los Hermanos Reyes, dedicaron pinceladas de su arte en alabanzas a
la maestría de su toreo.
Para
los “perpetuos” queda y quedará para siempre en los alberos de España el poso
que nos dejó Curro Romero, Madrid, Sevilla Valencia, Granada, Málaga, Jerez,
plazas que se rindieron al arte de uno de los TOREROS mas grandes, si no el que
mas, ¿o estaremos equivocados?
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