14/09/2014 Madrid, Las Ventas, un cuarto de plaza.
Novillos de Arauz de Robles y un sobrero de Benjamín Gómez Martín. Desiguales, flojos y de ninguna casta.
DIEGO FERNANDEZ. Estocada caida y descabello. Palmas. Pinchazo y estocada. Silencio.
VICTOR TALLON. Dos pinchazos y estocada. Palmas. Pinchazo y estocada corta. Saludos.
MANUEL CUENCA. Dos pinchazos y bajonazo. Pitos. Cuatro pinchazos y bajonazo. Pitos.
Una más del desatino novilleril. Taurodelta sigue apostando por los saldos, de toros y toreros, si el encierro de Arauz de Robles era de matadero, la terna de novilleros era para aconsejarles que no dejen los estudios porque de esto es difícil que coman. Es incomprensible que la empresa insista en encartelar a novilleros de tan poco bagaje, entre los tres sumaban ocho festejos el pasado año y quizás menos en el actual. ¡Así no se puede venir a Madrid!.
Es difícil destacar algún hecho notable a lo largo de toda la lidia, algún muletazo suelto de Diego Fernandez, un serie en redondo de Victor Tallon, la disposición de Manuel Cuenca en un afán de agradar, que quedó solo en eso y nada más. Defectos, todos, faltos de colocación, toreo en linea, mal manejo de los aceros, dos tercios de banderillas a cargo de Manuel Cuenca, a cual peor. Es muy triste para mí hacer una crónica tan vacía de unos novilleros en los que la ilusión estará viva, pero esto es lo que vi y así lo reflejo.
Este estaba de pesca |
En los tendidos el tedio y el aburrimiento
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