31/05/2016 Madrid. Las Ventas. Decimosexta corrida. Menos de tres cuartos de entrada.
Toros de SALTILLO, mansos, agresivos, de difícil lidia, el 4º condenado a banderillas negras.
SÁNCHEZ VARA. Estocada tendida. Silencio. Estocada corta. Palmas.
ALBERTO AGUILAR. Tres pinchazos y estocada caída. Dos avisos. Silencio. Pinchazo, estocada corta y descabello. Saludos. para no caer
JOSÉ CARLOS VENEGAS. Pinchazo hondo, pinchazo y estocada. Tres avisos. Palmas. Pinchazo y estocada. Palmas.
La tauromaquia de hace dos siglos, volvió al ruedo venteño para dejar claro que le toro tonto, mansurrón y de carril es un invento adaptado al toreo moderno y recordarnos la parte trágica de la verdadera fiesta, la lucha del hombre frente a la fiera.
El encierro de Saltillo fue un compendio de mala casta, de mansedumbre y fiereza para poner a prueba a toreros y cuadrillas y a pesar de la realidad que vimos, hubo profesionales que no dudaron para vencer. David Adalid cruzo el umbral de la verdad torera con un tercio de banderillas espectacular, sobre todo el segundo par al 3º, un par de poder a poder, ganando la carrera al toro y clavando en la cara, o Cesar del Puerto, yéndose a los medios a buscar a Jabalinoso, emplazo en la boca de riego, pidiendo guerra y el buen peón se la dio enseñándole a embestir.
La tarde tuvo el interés de una tragedia que por suerte no llegó, a mas de uno se la atragantaron las pipas y a otros se nos empañaron las gafas, pero nadie quitó la vista del ruedo.
Sánchez Vara, resolvió la papeleta dignamente, sobre todo en el 4º, un manso condenado a banderillas negras, imposible de picar, que no se tragó ni un muletazo.
Aguilar pasó el trámite del 2º con una difícil lidia e intentó el toreo en el 5º hasta conseguir un par de series aceptables, dada la condición del toro.
Venegas sufrió en la lidia del 3º un quinario que se llevó el toro al corral después de escuchar los tres avisos, tuvo suerte cuando tropezó en la cara del toro y un capote salvador le quitó al morucho de encima. En el 6º abrevió.
Hemos visto los dos extremos de la fiesta, lo manso aburrido y tedioso y lo fiero que levanta interés y atención. El aficionado que obtenga la conclusión. No quiero decir que la corrida de Saltillo sea un ejemplo, pero dio espectáculo y nos acordamos de Ruiz Miguel, de Dámaso y de los marrajos de Victorino, todos ellos tenían su sitio entre las grandes figuras de aquel momento.
Yo hubiese cambiado la terna de ayer por la de hoy, haber cuanto de figuras son.
ResponderEliminarPor cierto este tipo de corridas aún siendo una mansada, eso si con casta, mala, pero casta hacen mucha falta en la fiesta, ya está bien del toro bobo de carril que aburre hasta la saciedad, espero que no le pase factura al ganadero y haya empresarios que se den cuenta de que éste tipo de toro también interesa a la afición.
ResponderEliminarYo hubiese cambiado la terna de ayer por la de hoy, haber cuanto de figuras son.
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