ALGO OLVIDADO, NO
PROHIBIDO
Con la aprobación en el parlamento de la fiesta como bien inmaterial, queda en manos de las Comunidades Autónomas la posibilidad de prohibición de las corridas de toros.
El gobierno utiliza la mayoría absoluta que le otorgamos para hacer política de acercamiento y obvia la mayoría aplastante de firmas que pusimos en sus manos para evitar las prohibiciones.
He reproducido el artículo que firme en la revista EL RESTRILO de la Peña Los Areneros, hace casi un año, donde queda reflejada con fidelidad, la intenciones de algunas Comunidades y espero que todo quede en eso, en intenciones.
Se rumorea, con la insana intención de confundir,
aprovechando una vez más las circunstancias adversas, que La Fiesta de lo Toros
se prohibió en Las Canarias hace veinte años. Una vez más la mentira es
utilizada por los detractores para infringir daño a la Fiesta. Pero en su
ignorancia, no tienen en cuenta que somos muchos los aficionados/as que nos
procuramos información fiel, tratando de contrastar lo incierto de las
apreciaciones que vienen utilizando.
MUNDOTORO
30 de Julio de 2010
Madrid
(España) Los
toros NO están prohibidos en Canarias.
Lo dice la Ley 8/1991 de 30 de abril de Protección
de los Animales de esta Comunidad Autónoma. Por mucho que algunos
medios de comunicación, los políticos prohibicionistas, la plataforma Pro o los
antitaurinos emergentes, se empeñen en afirmarlo y sostenerlo una y mil veces.
Todos ellos mienten al decir que Canarias fue la primera Comunidad Autónoma en
prohibir los toros y que por tanto, Cataluña
es la segunda Autonomía que se une a la abolición. Nada más lejos de la
realidad.
El fedatario mentiroso de la prohibición, que nunca ha existido, de las
corridas de toros en Canarias, auto-designado animalista y actual diputado
regional del PP, Miguel Cabrera Pérez-Camacho, ha afirmado, "es un buen
día para los animales" ¿A quien se referirá? Después de que el Parlamento
catalán haya prohibido las corridas en Cataluña. Como siempre y arrimando es
ascua a su sardina, e igual que los otros olvidan los corre bous, este pasa por
alto las peleas de gallos.
Al mismo tiempo este individuo ha vaticinado que aunque no será sencillo,
en unos cien años "esta salvajada estará prohibida en toda España". ¡Ni
tú ni yo estaremos para verlo! La diferencia es que a mí no me consuela.
¿Se habrá molestado en enterarse el susodicho de lo que ha sido la Tauromaquia
Canaria? Empecemos recordando las dos plazas principales ubicadas en el
archipiélago:
En 1970 con el inestimable trabajo como precursor, del torero almeriense
Octavio Martínez Fernández apodado Nacional, se inauguró la plaza de toros casi
monumental, de Las Palmas de Gran Canaria. Tenía un aforo de más de 14000
localidades, careciendo de gradas y andanadas. El cartel de inauguración lo formaron
Angel Peralta, Gregorio Sánchez, Paco Camino y Julio Belinchón.
La plaza se encontraba en obras debido a los problemas de cimentación, hubo
de trazarse el ruedo de forma ovalada, al no poderse demoler parte de las rocas
volcánicas que formaban el entorno. Nos ha sido imposible conseguir alguna
foto del coso.
La más antigua fue la de Santa Cruz de Tenerife, que todavía existe y
quizás la afición chicharrera, también haya sido la más arraigada.
El recinto fue inaugurado oficialmente en
1893 y contaba con un aforo de 6.800 personas. En el año 1924, la plaza se incendió
y una gran parte de ella fue destruida: los palcos, las gradas, así como los
corrales y los chiqueros se vieron afectados.
En 1927 y después de los trabajos de
remodelación, el coso acogió de nuevo una corrida de toros y se utilizó para
tal finalidad hasta el año 1983. A partir de este momento, la plaza ha acogido
diferentes eventos.
Según las hemerotecas, en
el año 1986 el Ayuntamiento de Santa
Cruz de Tenerife había decidido transformar este espacio en
un coliseo para
usos múltiples con una capacidad para 10.000 personas. Por ello, el proyecto se
incluyó en el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) ya que se
consideraba que era un patrimonio que se debía conservar. Con este fin, el
Ayuntamiento de la capital tinerfeña destinó la cantidad de 35 millones de las
antiguas pesetas
La plaza en la
capital, fue inaugurada el 30 de abril de 1893 con los matadores Luis
Mazzantini y Antonio Moreno Lagartijillo
Finalizó su
cometido taurino, con la historia de Solitario, relatada por el propio José
Méndez en su libro La centenaria plaza de Toros de Santa Cruz, refleja en toda
su dimensión cómo la muerte de la fiesta nacional en Tenerife pasó con más pena
que gloria por la mirada mayoritariamente ajena de la sociedad local. Así, el
empresario de uno de los últimos espectáculos celebrados en la plaza
santacrucera, el 6 de marzo de 1983, dejó abandonado en los corrales a uno de
los novillos, rebautizado entonces como Solitario. Comió gracias al pienso que
le echó Juan, el conserje, hasta que un guardia civil lo abatió al ver que el
empresario no lo reclamaba.
Existieron dos
plazas más en el archipiélago, la de Maspalomas, que aun existe y se utiliza
para fiestas nocturna como bar de copas al aire libre y la de Tías en
Lanzarote, esta última demolida en 1996. Las dos de pequeño aforo.
Las islas
afortunadas aportaron también nombres al escalafón de matadores, el primero Avelino Rivero
González, apodado Pedrucho de Canarias, que tomó la alternativa en Santa Cruz
el 23 de Julio de 1939, de la mano de Jerónimo Pimentel y Juan Posadas, con
toros de D. Ramón Zumel y el malogrado José Mata García, Pepe Mata, al que segó la vida el toro Caracol el día de la
inauguración de la plaza de Villanueva de los Infantes, el 27 de Julio de 1971.
¡Pero hubo más!, Enrique Marciel, Juan Fierro, Fabián Sosa, Pepe Saez, Joaquín
Pereiro, Miguel de los Reyes, Rafael Losada,
nacidos o afincados en la islas, vieron su nombre encartelado en tan
bella tierra y en los cosos de la península
y en suramérica.
Si todos fueron significativos por su
Tauromaquia, el novillero Orlando Ramos, lo fue más por su labor como
empresario del coso de Maspalomas, incorporando la fiesta al turismo de la
isla. Hubo de abandonar su empresa, debido a las dificultades del traslado del
ganado desde la península.
Si la
tauromaquia isleña, data de 1893, suma 119 años de historia, a pesar de los 29
años de ostracismo y desafortunado uso. Solo y una vez más, la voz de un
político prohibidor, abolicionista, desinformado e ignorante, se puede atrever
a tal sarta de disparates.
Agradezco al
torero Enrique Marciel su colaboración por los datos aportados
.