Novillos de Fuente Ymbro y dos sobreros, uno de El Cotillo, inválido devuelto y otro de Hato Blanco ambos en sexto lugar, bien presentados, bajos de casta con movilidad. El quinto de gran calidad.
Juanito. Pinchazo y estocada trasera. Saludos con protestas. Pinchazo y pinchazo hondo. Silencio. Pablo Mora. Media estocada caída. Silencio. Estocada caída. Silencio.
Francisco de Manuel. Pinchazo y estocada contraria. Vuelta. Pinchazo y estocada trasera. Silencio.
Muy digno el encierro que mandó Gallardo a la capital del reino. Empujaron en el caballo 1º, 3º y 5º, se repuchó el 2º tomó un vara larga el 4º y se devolvió el 6º que salió dañado del caballo. Todos ellos tuvieron su lidia que los novilleros no encontraron. El quinto de nombre Jurista enjuició a su matador que al igual que Pilatos se lavó las manos y le dejó irse con las orejas.
Dice mi amigo y compañero de asiento Javier, que esperar a los novilleros es una tontuna porque no vendrán. Y razón no le falta, hemos visto novilladas de todo tipo, de certamen, por la noche, por la tarde y lo mas que hemos visto ha sido estropear novillos.
¿Donde están aquellos novilleros? Los que tenían afición y querían ser toreros Yiyo, Sandín Joselito El Bote El Fundi y tantos otros que ocuparon puestos relevantes entre las figuras.
¿Quién contamina a los jóvenes? Novilleros clonados con idéntico corte y ese toreo de dar vueltas en faenas tediosas de muchos muletazos en distancias desorbitadas en línea, imitando a las "figuras" que han mistificado primero al toro y luego el toreo en la distancia y perfileo.
Las cosas son así y micho me temo que lo que nos queda es venir a ver los que hay, o quedarnos en casa en la nostalgia de lo que fue.
Sería una error, acabar este escrito sin cantar las alabanzas de un novillo que saltó al ruedo de Madrid y que solo tuvo la gloria de recibir una gran ovación en el arrastre. Jurista, fue bravo, de largas embestidas, humillando y derrochando nobleza y al que el de Moralzarzal no encontró el sitio ni la distancia, ni se le vieron ganas.
También vimos, un gran tercio de varas a cargo de Juan José Leiro en el tercero de la tarde