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lunes, 24 de septiembre de 2018

ESTO NO ES UN DESAFIO DE NADA

23/09/2018 Madrid. Las Ventas. Mas de un tercio de entrada.



Toros de Pallarés  y de Hoyo de la Gitana, los primeros  con cierta movilidad y cara alta y los de Hoyo de la Gitana un deshecho de final de temporada.

Sánchez Vara. Estocada corta y tendida. Saludos. Dos pinchazos y estocada desprendida. Silencio.
Javier Cortés. Pinchazo y estocada trasera. Silencio. Dos pinchazos y bajonazo. Saludos.
Thomas Dufau. Estocada trasera. Una oreja. Dos pinchazos en los bajos. Silencio.

Solo el tercero, de Pallarés, fue digno de un desafío, el resto de los dos hierros, carne trémula. El interés que despertó el primer desafío, quedó eclipsado en los dos siguientes.
Hubo de todo, toros de fea hechura, fuera de tipo, sin trapío, mansos y con peligro sordo como el sexto, para configurar un desafío ganadero que no ganó nadie.


De la terna destacar, que toreros veteranos se ven contaminados por el toreo moderno de carrusel y me duele ver a Francisco Javier con las ganas de un novillero, estrellarse en el horrible toreo moderno
El valiente y bullidos torero castellano, abrió plaza a portagayola, banderilleó a su oponente logrando un buen par, el segundo y se diluyó en ese toreo que gusta a muchos y decepciona a otros que no transigimos, que nos gusta el café puro y no el descafeinado. En el cuarto, un manso que se quiso ir dos veces al callejón, se quedó sin fuerzas en dos leves entradas al caballo, todo quedó en acompañar la sosería del de el Hoyo de la Gitana.
El madrileño Cortés, se vio sorprendido por las protestas a un toro sin hechuras que le salvaba la cabeza, una sardina indigna de Madrid y todo fue cuesta abajo, con resignación se dejó pegar en el caballo de donde salió a gatas, así que con todo en contra fue labor difícil para el torero y todo quedó en nada. En el quinto, de Pallarés, Cortés acortó las distancias y logró sacar algunos muletazos limpios y templados que le animaron a cambiar los terrenos y le costó la voltereta.
Fue monsieur Dufau el que tuvo premio sin alardes, más bien fue una oreja de cabeza de partido, ni mucho menos de Madrid. El tercero, de Pallarés, se fue tres veces al caballo, pero ojo, para empujar solo en la tercera tuvo momentos que humilló en la muleta, lo que permitió al francés ligar muletazos de los que gustan a los voceros, en la oreja y dando vueltas. El sexto que de manso y flojo fueron sus virtudes, además tenía mala leche, se quedaba debajo y asustaba al francés, no le dejaba estar quieto y el de Mont de Marsan, que ya había tocado pelo, se conformó y lo pasaportó sin miramientos.

También vimos torear a caballo en un buen tercio al tercero, por parte de Esquivel.


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