Novillos de Villamarta. Bien presentados, mansos y flojos.
MIGUEL ANGEL LEON. Estocada tendida, Bajonazo. Silencio
DAVID FERNANDEZ. Bajonazo. Vuelta protestada. Media caída y descabello. Silencio.
JUAN DE CASTILLA. Estocada caída. Un Aviso. Oreja. Estocada caída. Saludos.
La novillada de Villamarta solo tuvo presencia, salvo el primero que embestía con dulzura, careció de interés y transmisión.Abantos de salida, salieron sueltos del capote y del caballo, llegaron a la muleta carentes de interés y acusando flojera.
De la terna, resaltar el valor desmedido del colombiano que a pesar de las volteretas, reponía y volvía a la cara como si nada. El resto fue una vil copia del toreo moderno que tanto llevan a bien las figuras, perfileo y en la oreja, olvidándose de lo que es cruzarse y cargar la suerte. Está claro que imitar al Juli y sus acólitos da fama y dinero y el objetivo de los nuevos novilleros está escrito con la misma letra, lástima que los de su entorno no les inculquen la verdad de este arte que es la que les puede llevar al éxito.
El de Gerena, está muy lejos de su paisano, al que brindó su primer enemigo, tal vez debería de ser Escribano el que le dijera donde esta el triunfo. Dejo ir el mejor novillo de la tarde que tenía un cortijo en los pitones, estropeó un animal que para sí muchos quisieran y más en Madrid. Con el cuarto que cobró estopa en el peto y llegó con medias embestidas, no fue capaz de resolver el dilema y lo mató de un bajonazo infame.
El debutante, que llegaba con un bagaje alto, 12 paseillos, 26 orejas y 2 rabos, pasó el obstáculo de Madrid con más pena que gloria. No estuvo en la cara en ningún momento, basó su toreo fuera de la suerte, sin dar el pecho y de lo demás, ni hablar, lo cruzarse olvidado y lo de cargar más. Se autorregaló una vuelta en su primero, a pesar de las protestas y con el quinto, inválido que se debió devolver, hizo el alarde de portagayola y varias largas cambiadas en el tercio y eso fue todo, volvió a los errores de su toro anterior, solo le salvó la invalidez del novillo para justificar el toreo a media altura que practicó.
El colombiano, triunfador de la tarde, es un novillero valiente, pero carente de técnica, cobro un oreja en el tercero de la tarde, regalo del presidente y de muchos paisanos que la pidieron, con un faena sin continuidad, de muletazos sueltos, de trapazos y desarmes, el sexto, el más manso, se dolió en varas y berreó en banderillas, volvimos a ver el valor de Juan y un arrimón final que nada dice en su favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario