EL FANDI. Estocada corta. Silencio. Estocada. Silencio.
DAVID MORA. Pinchazo y estocada. Un aviso. Silencio. Estocada desprendida. Silencio.
LÓPEZ SIMÓN. Estocada desprendida. Un aviso. Palmas. Estocada corta. Silencio.
La cuesta abajo no para y hay que decir lo de muchas veces, sin toro, nada. Otro sello bodeguero y otro desaguisado con mansos, inválidos, descastados y más.
Volvemos al tema de siempre, sin toro el espectáculo queda vacío, y da igual el resto por mucha justificación que se busque. Otro sello bodeguero con un desaguisado de mansos, inválidos, flojos y sin casta, un engaño más al aficionado.
De los toreros, desilusión, faltó material, pero esto no lo justifica todo. El Fandi, en su línea, sin bajar el listón, le da igual Madrid que Cantalejo, su espectáculo cirquense en banderillas y su destoreo con distancias abismales y descolocación, pero oye, tiene sus adeptos que le aplauden, más en Cantalejo que en Madrid.
Lo de los compañeros de terna es otra cosa, estos si saben los que es salir en volandas a la calle de Alcalá y también saben quien mandó que les sacaran por ahí. La afición de Madrid, ¡Bueno!, la buena afición de Madrid, sabe perfectamente lo que ocurre en el ruedo y tiene capacidad suficiente para juzgar a toros y toreros, no vale intentar mantener en pie a inválidos, ni alargar faenas inexistentes hasta llegar al odioso tedio.
No hubo lidia, hasta eso fue un desastre, pero queriendo ser justos, un par de embestidas embarcadas de David Mora al su primero y dos tandas de derechazos de perfil de López Simón también a su primero.
Vimos parear con arte y valentía a Angel Otero, que se desmonteró.
Esto fue todo en una tarde de lleno de no hay billetes, de gran ambiente antes y después del festejo, antesala de fin de semana de Champions Lige que enfrentará a indios y vikingo para engrandecer el futbol de Madrid.
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