MAS BORREGOS BODEGUEROS

14/05/10. Madrid Las Ventas. Tres cuartos de plaza. Tarde ventosa que molestó mucho a los matadores.

Toros de Salvador Domecq y San Román. Desiguales de presentación. Una auténtica borregada, con más kilos en la tablilla que en el cuerpo, habría que revisar la báscula.

UCEDA LEAL. Estocada trasera. Silencio. Estocada caída, estocada, 11 descabellos y media estocada. Pitos. Pinchazo y estocada desprendida .Silencio, en el que estoqueó por Jimenez Fortes.
DIEGO SILVETI. Media estocada tendida. Silencio. Cuatro pinchazos y estocada. Un aviso. Silencio.
JIMÉNEZ FORTES. Estocada. Un aviso. Una oreja. Fue cogido por el sexto. Otra borregada bodeguera. Una impresentable corrida de Salvador Domecq, sin casta, mansa y con peligro. Reatas muy largas que proporcionan muchas crías y errores de selección o vaya usted a saber, pero las figuritas no quieren otra cosa. Los de segunda fila que no pueden elegir y para colmo solo tienen una tarde en San Isidro, no les queda otro remedio que jugar a la ruleta rusa y este es el ejemplo de Saul Jimenez Fortes. Saul es un torero que posee un torrente de valor y lo ha demostrado muchas veces, más que cornadas tiene en el cuerpo, que son demasiadas. Ayer cortó una oreja al primero de su lote poniendo en el alvero ese valor y arrojo, a un morucho que no se merecía irse al desolladero desorejado. Saltó a la arena el sexto, un mulo de los de cara arriba y embestida incierta, justo cuando Saul veía en la puerta grande la rendija de la calle de Alcalá y se fue a por ella, repitió el recibimiento a portagayola, se enredó en algo parecido a verónicas para quitarse al morucho de encima y tras un mal tercio de varas que dejó al morlaco crudo y mal banderilleado, tomo la muleta y se fue al toro, un breve trasteo y se separa para citar de largo, el mulo incierto se arranca fuerte y se lo lleva por delante, ya en el suelo, le mete la cara y le atraviesa el cuello. Feísima y gravísima la cornada recibida por el malagueño, que nos dejó el corazón encogido. Uceda cumplió el trámite con mas pena que gloria, asumiendo pocos riesgos y procurando llegar entero a su casa. El mejinao con la herida fresca de la cornada recibida en su tierra, demostró no estar en condiciones físicas ni tampoco mentales para estar en esta plaza, sobre todo en esta feria.