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domingo, 18 de septiembre de 2016

RIAZA EN FIESTA SIN OLVIDAR EL LUTO

Riaza. Segovia. 17/09/2016. Tarde fresca. Casi lleno.
Toros de José Escolar. Desiguales de presentación y justos de casta.



ALBERTO AGUILAR. Estocada. Oreja. Tres pinchazos. Bajonazo infame. Estocada corta. Un aviso. Silencio.
ALBERTO LAMELAS. Estocada desprendida y atravesada. Oreja.  Pinchazo. Estocada corta y caída. Tres descabellos. Un aviso. Silencio.
ROMÁN. Bajonazo infame. Estocada trasera y tendida. Cuatro descabellos. Un aviso. Silencio. Estocada y tres descabellos. Oreja.



No fue lucido el encierro de Escolar, hubo toros rajaditos y flojitos, de escasa pelea en varas, algunos con dificultades 4º y 5º que se comieron a sus oponentes y que de tal modo no pudimos ver,  a buen seguro que en otras manos hubieran lucido y tapado la escasez del encierro.

Aguilar tuvo un buen primero, justo de fuerza al que toreó de lejos, muy desajustado en las distancias, aun así consiguió muletazos de buena traza en el final de faena, cuando acortó las distancias y se ciñó a la clara embestida. En el cuarto, las dudas se impusieron a la razón y se dedicó a un baile gazapeando toro y torero, no consiguió ningún muletazo claro por falta de quietud y pasó un quinario para matar al toro.

Lamelas tardó en ajustarse al toro, un comienzo de faena levantando mucho la mano y el toro protestaba, optó por el toreo de mas verdad y fue entonces cuando con la mano baja consiguió un par de series muy aceptables que le valieron el trofeo. En el quinto, un toro exigente, no tuvo el acierto de su lado, faena ramplona llena de desajustes.

Román, no supo entender al tercero de la tarde que tenía una embestida clara por el pitón izquierdo, pero había que mandarle y bajarle la mano, se perdió en vanos intentos y el toro terminó rajado, acusando el mal castigo que le infirió el picador. En el que cerró plaza, al que el Usía cambió el tercio con una banderilla en lomo, el respetable no se enteró del comienzo de faena por la bronca que estaba dando al presidente, tuvo que ser el final de la faena el que metiera al público y le regalara una oreja posiblemente en desagravio.


Los tres espadas brindaron al Cielo.



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