SER O NO SER

 Ahí está la cuestión. Valga la cita de Sakespeare, para valorar los festejos taurinos que se están produciendo en plazas de tercera.

El alto stok que los ganaderos soportan desde el inicio del covid, es aprovechado por estos, para vaciar corrales de animales que a priori estaban condenados a morir en los mataderos, con la consiguiente valoración a mínimos.

Está claro que de alguna manera esta situación contribuye a ser un leve alivio, del que por desgracia no participan todos.

Pero he ahí que lo que no es de recibo, es sacar partido de la misma a base de tropelías que en otras circunstancias hubieran sido "sancionadas" La manipulación de las astas, no es de recibo ni en la pandemia y lo estamos viendo a través de la chivata pantalla de TV, con esos primeros planos tan elocuentes, esto no hace nada más que desvirtuar el espectáculo.

En cuanto a lo que es el espectáculo y teniendo en cuenta que las últimas transmisiones han sido en plazas de tercera, donde la permisibilidad en la concesión de trofeos han sido siempre más livianas, estamos viendo corridas donde un espectáculo anodino acaba convertido en una tarde triunfal por la permisibilidad de los palcos, minimizando los valores reales de lo que debe ser, con el consiguiente deterioro de la fiesta.

No es bueno que esto sea así, la fiesta debe conservar su seriedad, sus valores y sus tradiciones y todo lo que no sea así deteriora su tradición y la daña. El propio deterioro es un mal que puede dar pie a la destrucción y a crear una falta de interés en los aficionados.

La Tauromaquia lleva años soportando ataques furibundos, no demos pie a sus detractores, que el mal que les justifica no esté dentro, que la gente del toro no ayude al deterioro anteponiendo intereses personales y que la fiesta salga de la pandemia con fuerza y futuro.