DEL INTERÉS AL BODRIO SOLO HAY UN PASO

 04/09/2022. Madrid Las Ventas. Un cuarto e entrada. Novillada concurso de ganaderías, novillos de: Los Bayones, Alejandro Vázquez, Montealto, Toros de Brazuelas,  Hermanos Quintas y Pablo Mayoral. Este último devuelto, sustituido por uno de Rekagorri.

Rubén Fernández,  De verde y oro. Bajonazo, tres pinchazos y cinco descabellos, silencio, estocada corta, seis descabellos, dos avisos, silencio.

Alejandro Adame, De lila y oro. Estocada desprendida, vuelta protestada, estocada corta desprendida , seis descabellos, bronca.

Fernando Plaza, De lila y oro. Dos pinchazos y estocada, silencio, pinchazo, bajonazo y siete descabellos, silencio.

El primero de Lo Bayones, visiblemente inválido, empujó con ganas en la segunda vara y no dio opciones a nada mas. El de Alejandro Vázquez, simplemente se dejó pegar. El de Montalvo tuvo alegría al ir al caballo tres veces en un pelea muy discreta. El cuarto de Brazuelas fue tres veces al caballo, pero sin emplearse. El de Quintas, pelea muy discreta. Devuelto el de Mayoral, por invalidez manifiesta. El sobrero de Rekagorri, se dejó pegar.

Un concurso, consiste en la elección de elementos contrastados para elegir entre ellos un ganador reconocido. Pero si la elección consiste en tirar una moneda al alto, sale cara o sale cruz y si sale esta última, acaba siendo un bodrio. Ignoro como se ha realizado la elección de los elementos de esta tarde, pero dado los elementos que se han señalado, se ha cumplido la apreciación segunda y en Las Ventas se ha acabado en un manifiesto bodrio.

Los novilleros, con semejantes mimbres, fueron incapaces de confeccionar cualquier tipo de cesto y se limitaron a deambula sin pena ni gloria por el ruedo venteño. Tan solo Fernando Plaza nos obsequió con dos faenas en la que aparecieron rasgos de toreo al natural, corrió bien la zurda y por momentos se escucharon olés, el fallo  con la espada en el de Montealto y en el que cerró plaza que le costaba humillar, pasó sin pena ni gloria. En general de haber  conseguido el espadazo del último de la tarde, en el de Montealto hubiera habido algún reconocimiento mayor a los dos silencios

Rubén Fernández, enlotó dos novillos de desastre, el de Los Bayones y el de Brazuelas. El primero de embestida incierta y peligrosa, acusando la invalidez y el cuarto que  manseó de salida, no se dejó nada en el caballo y menos en la muleta.

Adame se olvidó en sus dos toros de las distancias. En el segundo vacío de casta, con la cara alta y tirando tornillazos, bastante hizo en una faena de toreo anodino con muletazos de uno en uno, debió gustarse y se autorregaló una vuelta al ruedo ente las protesta. El que hizo quinto, volvió a lo anodino y se atascó con la espada.