22/05/2022,Madrid.Las Ventaas. Decimoquinta corrida. Más de media entrada. Toros de Torrealta y García Jiménez, muy desiguales de presencia y juego,, manso y escurrido de carnes el segundo, empleándose en la muleta el quinto y con movilidad y encastado el sexto.
El Fandi, de azul marino y oro. Pinchazo hondo, palmas. Pinchazo hondo silencio.
Manuel Escribano, de negro y oro. Estocada corta y trasera. Un aviso, silencio. Estocada corta muy trasera y caída vuelta.
Leo Valadez, de celeste y oro. Estocada, saludos. Estocada, una oreja de plaza de tercer.
Esta vez show del Fandi fue por triplicado y no recuerdo ninguna ejecución con la ortodoxia adecuada en los diez y ocho pares, desiguales, caídos, en falso y a toro pasado
Una tanda de tres muletazos, fue todo el bagaje que proporcionó el primero de la tarde al mejicano. El sexto era un toro que tenía su porqué, un toro que si te descuidas lo pagas, Valdés intentó fajarse, pero el toro no consintió y se lo llevó por delante, milagrosamente todo quedó en el achuchón y la voltereta. Repuesto del percance, volvió Valdés a la cara del toro, le cambió los terrenos e intento volver a ajustarse. Entonces se cumplió aquel refrán tan taurino. Estocada y revolcón, oreja al esportón.
El Fandi, enlotó la diversidad, dos toros extremos, el manso y desagradable segundo de la tarde y primero de su lote, manso como un mulo, huidizo que buscó con descaro la querencia. El granadino se empeñó en un toreo desabrido de trallazos y banderazos para matarlo en la puerta de chiquero y el que hizo cuarto, un toro de embestida codiciosa con la cara a media altura que resultó imposible de dominar.
Por último el tercer banderillero, entró en el foro con las ganas de un novel. Recibió a sus enemigos a portagayola, y participo en el festival de las banderillas, no supo que hacer con el manso tercero. El quinto, un toro con movilidad, estuvo espeso, alargó de manera absurda una faena de altibajos, mas bajos que altis, un par de tandas una de naturales y otra de redondos, fuel bagaje del de Gerena, que le
debió sentir satisfacción, tanta que se auto regaló una vuelta al ruedo a pesar de las protestas.
Hoy es el siguiente día después de la lluvia de almohadillas y en el coloquio entre los compañeros de localidad nadie sabe a que se debió tal atentado. La plaza de Madrid, esta en pleno cambio. Las nuevas hordas que han tomado los tendidos de Sol, indocumentados voceras que no distinguen un toro bravo de una babosa, o un muletazo encajado de un trapazo con el pico, son los que toman posesión de una verdad que no existe y la hacen suya. Y los que tenemos el culo pelao de la piedra del asiento, no entendemos que para disfrutar de un espectáculo halla que estar beodo, situación tal que el individuo que tiene las neuronas alteradas por el alcohol, se comporte de manera distinta, violenta y hasta ahora inusual.
Si la tónica y no me refiero a la del Gin, va ha estar en manos de las nuevas hordas de "aficionados a los toros" y a las bebidas en exceso, habrá que ir pensando en otra clase de espectáculos.
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