19/05/2022 Madrid. Duodécima de feria. Lleno. Toros de Victoriano del Río, bien presentados, de embestidas sin clase aunque se movieron sin terminar de emplearse.
José María Manzanares, de azul y oro. Dos pinchazos y estocada silencio. Estocada silencio.
Fernando Adrián, de grana y oro. Bajonazo saludos. Estocada caída silencio.
Roca Rey, de azul pavo y oro. Bajonazo silencio. Pinchazo hondo y tres descabellos dos aviso saludos
En una tarde aciaga, emergió Roca Rey y no es que lo hiciera mejor que sus compañeros, es que tiró de recursos, de esos que les llegan a los del clavel y gin-tonic y le sirven al peruano para calentar tendidos, eso de pasarse al toro cerca, de cambiar la embestida para levantar olés, pero de torear, lo que se dice torear nada. El manso que hizo tercero, se fue al caballo de Molina, picador que hacía la puerta, si el viento molestaba no fue óbice para andar al toro sin sitio empleándose en la lejanía, fuera de sitio y dando banderazos, así llegamos al sexto y Roca Rey quiso sacarse la espina y aplicó todo su repertorio para la galería, parecía el toro soñado para la ocasión, pero todo se diluyó a pesar del ánimo que le puso, ánimo de liarse haciendo cosas extrañas y sin sentido muy cerca de la babosa, nada parecido a torear. Se embarullo con la espada y el descabello y nos dejó a la espera del próximo día 25 de Mayo.
En Mayo se produce el desove del salmón. ¿Digo yo que si no estaríamos mejor en Asturias pescando y disfrutando de su gastronomía?
Adrián protagonista invitado a confirmar, para que los figurones no tengan la incertidumbre de abrir plaza, aceptó la papeleta y pasó de golpe de la copa Chenel al ruedo de Las Ventas. Todo su bagaje en el primero consistió en aguantar parones del morucho y dar tres muletazos aceptables con la derecha y en el quinto a pasearse por el ruedo en un intento sin sustancia con un torero en línea, lejos de la suerte.
El gran José Mari se perdió en la tarde de los tiempos, fue una tarde que olvidará lo antes posible por lo impropio, a sabiendas de las exigencias de los sectores mas críticos de esta plaza, Verle "torear" de aquella manera causa una desafección muy sangrante. Recordar es toreo cierto con aquel toro Dalía que le abrió la puerta grande y toparnos con este otro José Mari. Es un razón mas para irme de pesca.
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