LA FERIA DEL PATRÓN NO COGE VUELOS

 

17/05/2024.Madrid. Las Ventas. Séptima corrida. Lleno. Toros de La Quinta, de juego desigual, 4º y 5º exigieron y midieron una barbaridad. Con alti bajos el resto no se emplearon.

Miguel Ángel Perera, de nazareno y azabache. Pinchazo, media estocada y cuatro descabellos. Dos avisos saludos. Estocada tendida. Un aviso, vuelta. 

Emilio de Justo, de blanco y azabache. Estocada caída, saludos. Estocada tendida y cinco descabellos. Un aviso. vuelta. 

Ginés Marín, de azul espuma de mar y oro. Tres pinchazos y descabellos. Un aviso silencio. Estocada que atraviesa, pinchazo y estocada. Un aviso silencio.

Salvo retazos, la feria del patrón no coge vuelos. Hasta hora solo la oreja de Tomás Rufo ha sido el balance de premios.

Esta vez "Si", abrió plaza el diestro mas antiguo y no hubo confirmación como viene siendo habitual cuando se encartelan figuras. Volvió Perera al coso madrileño, esta vez para concluir su ciclo y lo hizo con una ganadería exenta de las de dinastía. El de Puebla del Prior se tragó dos de Santacoloma, el que abrió plaza, fue un toro inciérto dando cabezazos y regalando alguna embesti clarra. El cuarto que tenía su miga, obligo Miguel Angel a olvidarse de las ventaja y dar la cara. La faena fue a mas por ambos pitones y todo quedó en el paseo del anillo.

No encontró De Justo el sitio con su primero, unas chicuelina y algunas verónicas. Tenía que ser Periquito el que abriera la caja de los truenos y la exigencia para su matador. El de Torrejoncillo aceptó el reto  del baile que proponía su enemigo y comenzó un baile de muletazos ajustados con ambas manos, tanto se ajustaron, que llegó la voltereta, afortunadamente sin consecuencias. Tras una estocada algo caída Dejusto se embarullo con el descabello y perdió todas las opcioes de salir en volandas.

Ninguna posibilidad tubo Ginés con su lote. El terceo obligó al matador a negociar las distancias y los cabezazos y la faena quedó en un intento. En el que cerró plaza, aplicó Marín la inteligencia en cada muletazo, el toro que  no dió concesiones y el diéstro hubo de emplearse para salir con bién del encuentro.