31/05/2024. Madrid. Las Ventas, Decimonovena corrida. Lleno. Toros de Santiago Domecq y uno de Luis Algarra lidiado en cuarto lugar. Una corrida con dos toros, Experto yTejonero.
Uceda Leal, de celeste y oro. Estocada, ovación. Pinchazo y estocada. palmas.
Alejandro Talavante, de azul noche e hilo blanco. Estocada corta y desprendida silencio. Estocada atravesada. Un aviso, palmas.
Borja Jiménez, de nazareno y oro. Pinchazo y estocada. Un aviso, una oreja. Estocada, saludos.
Volvió Borja a Madrid, para dejar un tarjeta de visita como la que en su día dejó en el coso madrileño. No cabe duda que el de Espartinas puede llegar a ser importante de seguir con esa disposición. Su toreo es variado, no elude el compromiso y cuando consigua esa templanza de las figuras, llegará a lo que se proponga, por que de condición esta sobrado. Una oreja de las caras y una deficiente estocada que le quitó salir en volandas.
La sabiduria bién entendida es un don, que unida a la veteranía forman un conjunto tan envidiable que dota y engrandece al que lo tiene. Uceda y su trayectoría han dejando un poso de veteranía acompañada de un temple que solo le da a ciertos toreros- Abrió plaza con Abrileño, donde dejó el poso atesorado. Pero sería con Tejonero donde dejó el sello de la sublimidad de trincherazos de mucho calado.
Después del sabor dulce del pasado día 29, hoy hemos visto al otro Talavante en una faceta sorpresiva, fuera del compendio de lo habitual se equivoca con un tremendismo que no le corresponde. Es torero de pellízco y así debe seguir. Esa mano izquierda prodigiosa, se debe explotar en su contexto. Lo de hoy ha estado muy lejos, salvaremos esos muletazos por bajo del final.
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