23/05/2024.Madrid. Las Ventas. Duodécima corrida.Lleno. Toros del Puerto de San Lorenzo, desiguales de presentación, muy descastados, que no se emplearon.
Alejandro Talavante, de sangre de toro y oro. Estocada desprendida. una oreja. Pinchazo, media estocada atravesada y descabello, silencio.
Juan Ortrega, de burdeos y oro. Bajonazo, silencio. Pinchazo hondo, saludos.
Tomás Rufo, de lila y oro. Bajonazo, silencio. Estocada desprendida, saludo.
El espectacular lleno de los tendidos auguraba una tarde de claveles. Pero no fué así. Una impresentable buellada acabó con las perspectivas y todo quedó en un bódrio infumabe.
Ojo, que ne se equiboqe nadie: CUBANOSO, "Quien la puso el nombre", primero de la tarde, el de mas peso, aplaudido en el arrastre, fuen tan manso como el que más de sus hermanos. Sería la poderosa mano izquierda de Talavante, la que metió al manso por el buen camino. En el cuarto no tuvo el extremeño por donde meterle mano, un morucho que no quería trapo, que desde el primer momento se defendía sin hacer caso a la muleta. Otre vez será.
El sevillano Ortega pasó un mal rato con el manso de carreta de su primer encuentro, trasteó como pudo a la babosa y la despacho con un bajonazo. Sería en el que hizo quinto donde el sevillano intentó dignificarse, con un toro anovillado que se quejaba en cada muletazo y al que el torero le hizo pasar a base de muletazos de uno en uno hasta que le volteó. Fue despues del susto cuando tiró de oficio y consiguió que la babosa obedeciera en pequeñas series de mucho mando.
Rufo, se enredó en un vano esfuerzo con el primero de su lote, en un baile sin sentido dadas las condiciones del animal, solo pudo aplicar el toreo perfilero. En el que cerró plazaa, un toro huidizo incapaz de pasar al que el de Toledo había recibido de hinojos en un alarde de agradar, acabría en una persecución que paseó mas de medio ruedo.
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