EL ALBASERRADA ANTIGUO

Tarde veraniega, lleno
Los Albaserrada de Escolá, bien presentados, encastados y peligrosos. Nos recordaron a las alimañas que lidiaba Vitorino hace años. ¿Quizás sea esta la forma de hacerse cartel en Madrid?. Esta es una plaza rara en algunos aspectos, pero yo no quiero confundir emoción con terror.
Los toreros estuvieron con dignidad delante de los Albaserrada, excepto Rafaelillo que estaba en otro lado, quizás del que se esperaba más? No entendió al primero, que fue un toro para otra tarde del matador y no para esta y una gran parte del público acostumbrado a la entrega de este torero, no le perdonó la desgana, salió de la plaza con dos broncas en las costillas,¡Exagerado premio a mi modo de ver!.
Robleño anduvo serio aguantando las tarascadas y los arrebañados, algunos pasamos miedo viendo al pequeño (en estatura) matador intentarlo con las dos fieras de su lote, mato de bajonazo a su 1º y pinchazo y estocada a su 2º, no se podía hacer más.
Igual que su compañero Fernando, Sergio Aguilar pasó el trámite, estuvo en la cara con macheteos y algunos mantazos, despachó con pinchazo y media y media y descabello.
Terminada la corrida y por su peculiaridad, me pasee por los alrededores de la plaza, para escuchar opiniones de aficionados en foros espontáneos, la grandeza de esta fiesta está en su diversidad, escuché de todo, moruchada, banda de marrajos, corrida encastada, dos toros de orejas y bien mirado, los calificativos por dispares llevaban punto de razón, si la corrida tubo mucho que torear, también tiene mucho que comentar.
Un saludo y hasta mañana