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jueves, 30 de noviembre de 2017

DOMECQ Y SUS SUCURSALES





El descanso invernal, es prolifero a tertulias, conferencias y datos estadísticos de la pasada temporada. De estos últimos, hemos tomado uno de la magnífica y extensa publicación que hace  Mundotoro a tal efecto, el circunscrito a las procedencias de las reses lidiadas en España.
Fueron 4779 reses las que se lidiaron, de un total de 330 ganaderías, de las que el 55% fueron del encaste bodeguero. Tal hegemonía, muy a pesar del aficionado, aumenta cada año, halla o no crisis, llueva o truene.
El acomodo de este encaste, se debe al dulce manejo y a las exigencias de las "figuras" principalmente, a la ignorancia de las incipientes aficiones, a los que les vale ca todo, que se expresan con triunfalismos desmedidos de su pobre conocimiento y la facilidad de  contratación para las empresas.
La cabaña brava, se resiente, desaparecen encastes legendarios, se venden hierros que se van a otros países, muchas ganaderías acortan sus camadas, y el centro neurálgico de la Tauromaquia del Mundo que es España, es la más deteriorada por los intereses de empresas, toreros y cierto sector ganadero.
Mucho me  temo que el fenómeno ganadero de los bodegueros, continue su crecimiento como en la última década, que se sigan cambiando hierro para formar parte del círculo comercial y a lo peor, las nuevas generaciones de jóvenes toreros, continúen el camino marcado por las actuales"figuras" y practiquen el toreo mentiroso y sin emoción que les están enseñando. La emoción de la fiesta siempre ha empezado por el toro, y esto no se puede cambiar, todo lo que se haga   en su contra, es falsear la verdad del espectáculo y su deterioro caminando a la extinción.



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