Antonio Lopez Gibaja, ganadero de Alcobendas, procedencia El Torero, origen Juan Pedro Domeqc Nuñez de Villavicencio, cuyas reses pastan en el término municipal de Oliva de Plasencia, Cáceres. Es uno mas de la franquicia bodeguera que contamina tantas y tantas ferias, sean grandes o pequeñas.
La alargada sombra de los bodegueros, llega hasta la pequeña feria de la localidad madrileña, que tiene el prvilegio de ser la primera en abrir la temporada tauurina.
Sus dos festejos principales, encartelan reses del ganadero de Alcobendas, dejando patente una vez mas la hegemonía bodeguera y su mística.
La adaptación del toro a la mística del toreo modernista, es una contaminación que da al traste con la base de la fiesta, LA EMOCIÓN, Sin ella el espectáculo se desvirtúa y pierde valores.
No se debe permitir que la exigencia de las figuras, pase por desvirtuar la fiesta y adaptarla a sus caprichos, ninguneando a compañeros, que quedan fuera de ferias y festejos. Situando en el ostracismo a ganaderos de otros hierros, abocados al matadero.
Mal comienzo de temporada, o igual que siempre, la realidad es que nadie hace el menor intento de cambio, las temporadas se suceden idénticas, los mismos figurones y bodegueros y sus sucursales acaparando la mayoría, muchos toreros en el banquillo, novilleros que no ven pitón y nuestra querida fiesta cada vez mas decadente. ¿Y los tendidos se seguirán vaciando?
Seguro Vicente, seguro.
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