11/06/2019. Madrid, Las Ventas. Decimonovena de abono. Menos de media entrada. El abono se sigue resintiendo.
Toros de VALDELLAN. Desiguales de presentación y juego. Mansos y rajados los dos primeros, los cuatro restantes encastados.
FERNANDO ROBLEÑO. Estocada desprendida. Palmas. Estocada desprendida. Palmas.
IVÁN VICENTE. Media caída y estocada corta. Silencio. Estocada. Silencio.
CRISTIAN ESCRIBANO. Tres pinchazos, Pinchazo hondo caído y bajonazo.Pitos. Estocada corta. Silencio.
Interesante el encierro Leonés, con cuatro toros que sirvieron, a destacar el bravo tercero que tuvo movilidad repetición y calidad en las embestidas. El punto negro fueron los dos primeros, mansos y rajados que huyeron de las muletas buscando tablas. Una ganadería esperada tras su presencia en la pasada feria de Otoño.
Entre el sexteto de animales lidiados en la tarde de ayer, estaba Carasucia, un toro de muchos valores que dejó en los tendidos el sabor de algo que poco a poco se va perdiendo, LA CASTA. Un toro para encumbrar a un torero, un toro soñado en Madrid.
El dulce le cayó a Escribano y el tal se transformó en amargo. En todo momento el toro estuvo muy por encima de su matador, Carasucia iba a más en la faena pidiendo batalla y al matador le costaba mantener el son que marcaba el toro, exagerando en las distancias, le faltó ajuste, si bien le dio pausas suficientes y distancias que nos mostraron aun más la calidad, pero el toro poco a poco se hacía grande y el torero pequeño para el vendaval de embestidas.
Escribano se embarulló con los aceros para darle una muerte que no merecía, dos avisos y la sombra del tercero estuvieron a punto de mandarle a morir en la sombra.
Carasucia ha dejado el sello del mejor toro de los lidiados hasta ahora en lo que va de feria. Una gran ovación en el arrastre y petición de vuelta en algún sector.
Robleño que triunfó en Otoño con un toro de esta ganadería, no tuvo la suerte en el lote. El que abrió plaza, un manso rajao huidizo que se fue suelto del caballo, se quiso ir de la muleta en cada embroque, el madrileño, experto en estas lides, lo sujetó a base de tesón y veteranía. En el cuarto que tenía otra condición Robleño olvidó las distancias y se empeñó en las cortas tapando las alegres embestidas de su enemigo, faena encimista y con poca pausa muy deslucida.
Vicente, que se tragó el otro manso, no tuvo la veteranía que su compañero y se dedicó a defenderse y perseguir a Bilbaino. El que hizo quinto, fue un toro de exigencia, bravo y encastado que tenía mucho que torear y Vicente no encontró el sitio del dominio, el toro arreaba de lo lindo y el torero se defendía como podía, optó por la brevedad.
Se desmonteraron Joselito Ruz Jesús Alonso e Ignacio Martín con los palos. Se ovacionó a Francisco Navarrte y Adrian Navarrete en varas y resaltar la magnífica brega de Raúl Cervantes.
Entre el sexteto de animales lidiados en la tarde de ayer, estaba Carasucia, un toro de muchos valores que dejó en los tendidos el sabor de algo que poco a poco se va perdiendo, LA CASTA. Un toro para encumbrar a un torero, un toro soñado en Madrid.
El dulce le cayó a Escribano y el tal se transformó en amargo. En todo momento el toro estuvo muy por encima de su matador, Carasucia iba a más en la faena pidiendo batalla y al matador le costaba mantener el son que marcaba el toro, exagerando en las distancias, le faltó ajuste, si bien le dio pausas suficientes y distancias que nos mostraron aun más la calidad, pero el toro poco a poco se hacía grande y el torero pequeño para el vendaval de embestidas.
Escribano se embarulló con los aceros para darle una muerte que no merecía, dos avisos y la sombra del tercero estuvieron a punto de mandarle a morir en la sombra.
Carasucia ha dejado el sello del mejor toro de los lidiados hasta ahora en lo que va de feria. Una gran ovación en el arrastre y petición de vuelta en algún sector.
Robleño que triunfó en Otoño con un toro de esta ganadería, no tuvo la suerte en el lote. El que abrió plaza, un manso rajao huidizo que se fue suelto del caballo, se quiso ir de la muleta en cada embroque, el madrileño, experto en estas lides, lo sujetó a base de tesón y veteranía. En el cuarto que tenía otra condición Robleño olvidó las distancias y se empeñó en las cortas tapando las alegres embestidas de su enemigo, faena encimista y con poca pausa muy deslucida.
Vicente, que se tragó el otro manso, no tuvo la veteranía que su compañero y se dedicó a defenderse y perseguir a Bilbaino. El que hizo quinto, fue un toro de exigencia, bravo y encastado que tenía mucho que torear y Vicente no encontró el sitio del dominio, el toro arreaba de lo lindo y el torero se defendía como podía, optó por la brevedad.
Se desmonteraron Joselito Ruz Jesús Alonso e Ignacio Martín con los palos. Se ovacionó a Francisco Navarrte y Adrian Navarrete en varas y resaltar la magnífica brega de Raúl Cervantes.
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