TARDE DE CLAVELES

29/05/2014. Madrid Las Ventas 20ª de abono lleno de no hay billetes

Toros de El Pilar, desastrosamente presentados, inválidos y mansos, encierro propio de plaza de talanqueras.

La terna del clavel

Se vuelve a repetir en la primera plaza del mundo el bochornoso espectáculo de la bueyada elegida y contrastada por esos veedores de figuras que se pasean por las fincas para apartar toritos de salón estúpidos y tontos que encajen en las exigencias de sus matadores de alto caché.

Ordenando la retirada

Le asustan los gatos

Saludo al que paga

¿Quién se carga la fiesta? Ellos, los del G-5, sus apoderados ganaderos y empresarios que forman parte del contubernio, los que carecen de moral respecto al aficionado, los que no se inmutan cuando salta a la arena una rata en lugar de un toro, cuando toreros de cientos de miles de euros, vienen a Madrid a cachondearse de la afición.

Alvaro y los delegados se aburren

Como me acuerdo de Bastonito

Castella nos dio una sesión de trapazos ante dos enemigos inválidos, mansos de solemnidad. Manzanares cubrió el trámite provocando al publico con un toreo a distancias abismales propio de un aficionado práctico Y Talavante se jamó un toro que parecía una galga, no llegaba ni a novillo, eral mal presentado e intentó arreglarlo con un sexto protestado que metió la cara y pudo torear por momentos.

Ganaderías como la de El Pilar, deberían desaparecer de los carteles de la capital, primero por la calidad del ganado y segundo por prestarse al contubernio. Es de suponer que Niñito, lidiado en segundo lugar, fuera elegido por Manzanares a tenor de éxito de su hermano en Sevilla,  o que José Tomás haya elegido este hierro para su corrida de León en su segunda aparición. Pero los toros de salón no siempre cubren las expectativas de los matadores, si el toro da vueltas y se mueve ¡Ideal! Si se para se acabó. Pero aquello que vimos antaño, la casta y el trapío ha desaparecido donde torean las figuras y si queremos ver toros de verdad habrá de ser en pueblos, en plazas de tercera y con toreros de bajo caché. Esto es lo que va quedando de la fiesta que tanto queremos.