03/07/2022. Madrid. Las Ventas. Menos de un cuarto de entrada. Toros de José Enrique Fraile y un sobrero de Montealto, blandos y descastados que se dejaran torear. El segundo con clase, ovacionado en el arrastre.
David Galván, de blanco y oro. Pinchazo y estocada trasera. Un aviso división. Pinchazo y estocada delantera. Un aviso silencio.
Gómez del Pilar, de celeste y oro. Pinchazo hondo y dos descabellos. Un aviso saludos. Pinchazo y estocada caída. Un aviso una oreja protestada.
Francisco José Espada, de salmón y oro. Estocada trasera, tendida y caída y cuatro descabellos. silencio. Pinchazo, estocada que atraviesa y estocada trasera. Un aviso saludos.
Continúan los voceros y con la plaza escasa de AFICIONADOS, se hicieron notar con demasiada fuerza y sin ninguna razón. En un espectáculo que debe atesorar una exquisita seriedad, estos elementos alteran cualquier momento con sus letanías fuera de tono y de respeto a los actuantes que se están jugando prestigio y arriesgan su vida para conseguirlo. Gentuza que ignora, o a lo peor se regocija, con dejar patente un conocimiento que vulnera cualquier razón y no es tal conocimiento suficiente, si no ignorancia de lo que ocurre en el ruedo. Simplemente se esconden detrás de las bebidas que consumen y que alteran su personalidad.
El gaditano, se ajustó bien a la verónica con el sobrero de Montealto. Justo de fuerzas, encima se le picó trasero, templó con gusto con la derecha en una faena aseada. Con el que hizo cuarto, que mostró una invalidez manifiesta, bastante tuvo con aguantas las constantes letanías de los voceros y la horrible bronca que le regalaron a D. Jesús que presidía.
Noé volvió a Las Ventas lleno de ganas, se fue a portagayola en sus dos toros como declaración de intenciones. Comienzo de faena de hinojos, una vez en píe, estuvo con aseo en el que hizo segundo y se lució en tandas con un toreo al natural donde mandó y bajó la mano, la espada deslució lo logrado. El quinto, un manso de carreta, Noé se empleó a fondo en ponerle la muleta en la cara y robarle una faena que el toro no tenía, mas efectivo esta vez con la espada arrancó una oreja, muy justita. de su enemigo.
Espada, enlotó los dos toros mas flojos. El que hizo tercero, no pasó de un mero trámite a un toro que manseó y que aún así estuvo por encima del torero. En el que cerró plaza, hubo otra gran bronca de los voceros al palco. Estuvo por encima del animal, consiguió templar algunos muletazos en redondo y fue meritorio el sujetar al manso en el tercio.
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