ADIOS MORANTE ADIOS

La excelencia del toreo, la magia oculta que solo aflora en pinceladas, el pellizco, la torería y el arte en toda su pureza, se ha cansado.

Morante de la Puebla, se retira, deja el toreo, aburrido, harto de la evolución de la que él es un artífice principal junto a otros toreros que copan ferias, seleccionan ganaderías, defenestran encastes y cierran puertas a compañeros mistificando la fiesta a su antojo.

Lo único que hoy no cabe en la fiesta, Sr Morante, es lo que a usted le aburre. El binomio billete grande y toro chico no cabe en plazas principales y la culpa es de ustedes, con tanto intento de colar sardinas por toros, han despertado a veterinarios y presidentes que miran al tendido para ver el cabreo de la afición y ahora cuesta mas colar el avichucho.

A la mistificación de la verdad del toreo, hay que añadir la exigencias del niño mal criado, nivelar el piso de plaza, pintar las rayas en rojo como en Sevilla y cualquier otra que se le ocurra.

Usted se ha hartado, pero nosotros, aficionados añejos, que hemos conocido varias épocas del toreo, estamos más que hartos de soportar mentiras, ventajas y una fiesta gobernada por unas figuritas que demuestran su poderío en los despachos, en lugar de en los ruedos.

Se marcha usted, es una pena, ver irse a un torero en plenas facultades, incluso sus detractores, lo sentirán. Pero si el aburrimiento, ha nublado su ilusión, mejor está usted fuera que en la arena. ¡Vaya usted con Dios! Sr. Morante.