¿Y A LA FINAL QUIENES?

05/08/2017. Madrid. Las Ventas, 4ª del certamen internacional de novilladas nocturnas. Algo más de un cuarto.

Novillos de ARAUZ DE ROBLES. Bien presentados, flojos y escasos de casta, menos el sexto, bravo y noble.

GUILLERMO VALENCIA. Pinchazo, estocada caída y contraria, dos descabellos. Un aviso. Silencio, Estocada caída. Silencio.

LUIS MANUEL TERRON. Pinchazo y descabello. Un Aviso. Silencio. Estocada caída y tendida y descabello. Un aviso. Silencio.

FERNANDO FLORES. Pinchazo y estocada caída. Silencio. Pinchazo y estocada trasera y contraria. Vuelta con protestas.

Parejo y bien hecho fue el encierro que nos trajo D. Francisco Javier Arauz de Robles. Los novillos del ganadero jienense, pecaron de flojera y casta muy justita. Tan solo el sexto, que no recibió castigo en el caballo, presentó pelea digna. Del resto del encierro, hubo variedad de mal comportamiento, algunos sin clase y otros que se pararon en la muleta a pesar del poco castigo en varas.

La terna fue una mas de las que hemos visto en este certamen, Novilleros planos, con las faenas aprendidas de antemano, faltos de iniciativa, practicantes del toreo moderno de dar vueltas etc. etc. etc. Y así no se puede. Hace mucho que no hemos visto un novillero que apriete de verdad, que inquiete a las figuritas, en definitiva que ponga su sello. El último ejemplo ha sido Roca Rey.

Los tres de ayer y los del Sábado anterior y los otros y en general todos los que han tenido la oportunidad, la han desaprovechado, o no han podido con los novillos, o con la responsabilidad que supone Madrid, o con el peso del certamen.

No quiero pensar que es la influencia de las escuelas, en la enseñanza y en la insistencia del toreo moderno, sería muy lamentable. Lo que sí está claro, es su responsabilidad en  la deplorable asignatura de matar. Hace mucho tiempo que no se ve un novillero manejar los aceros con soltura. Los defectos de ejecución de las estocadas, el sitio donde colocar la espada y el manejo del descabello, es infame.

Los ayuda que rodean al matador, apoderados y mozos de espadas que inundan los callejones, ¿No corrigen defectos ni aconsejan? Un toro parado desconcierta al novillero y nadie le propone alternativa que no sea el arrimón, cambiarle los terrenos, acercarle a querencias, son artes antiguos que  se han olvidado.

Los tres novilleros de ayer, pasaron con más pena que gloria, no hubo nada destacable, exagerando las distancias muy fuera de la suerte y un desastre con los aceros, volvieron los avisos a faenas largas y toreo tedioso.

Cumplieron las cuadrillas en sus cometidos y destacaremos una vez más a Angel Otero y a Luis Alberto Parrón en la primera vara al tercero.