Es a finales del siglo XIX cuando se conocen los
primeros cronistas taurinos. En esta
época marcada por una evolución del toreo, aparecen las primeras
crónicas de la pluma de escritores y aficionados, a los que dieron continuidad periodistas
de afiladas plumas.
DON CALENCIO, (José Velázquez y
Sánchez) Ilustre escritor
Sevillano que incluyó en su obra, Cartas Tauromaquicas, (1849), Colección de
revistas en verso, cronicando las corridas celebradas en Sevilla, o el libro
Anales del Toreo (1873).
El manchego
DON FABRICIO, (Antonio Olmedo Delgado) Cuenta las hazañas del Papa Negro y
Cayetano Ordoñez en el Correo de Andalucía y en el ABC de Sevilla.
También DON
INDALECIO (Ramón de la Cadena y Brualla, Marqués de Cadenas) Corresponsal
del semanario El Miura de Barcelona, El Liberal Taurino, Palmas y Pitos, Arte
Taurino de Madrid. Autor de muchas obras dedicadas al toro.
El Madrileño DON
JUSTO, (Isidro Amoros Manso) Director del semanario Arte Taurino y con una larga
obra dedicada a la tauromaquia.
DON MODESTO, (José de la Loma) Cronista del Liberal de Madrid y maestro de su
destacado discípulo el gran GREGORIO
CORROCHANO.
DON PIO, (Alejandro Perez
Lugín) Abogaddo y
escritor. Autor de la novela versionada en la gran pantalla varias veces,
Currito de la Cruz (1921).
Maximiliano Clavo, cuyo seudónimo fue “Corinto y Oro”.
Escritor lírico e impresionista, de grandes conocimientos, fue crítico taurino
muchos años en La Voz.
El castellonense Federico Almela Vives
escribió en el semanario Dígame.
Benjamín Bentura Sariñera y Benjamín Bentura Remacha, padre e
hijo, “Barico” y “Barico II” respectivamente. El primero dirigió
el semanario La Fiesta Española, y fue crítico de El Alcázar y El
Debate (1932). Tras la Guerra Civil fue el crítico taurino de la Agencia
Logos de Madrid
y colaboró también en El Ruedo.
Federico M. Alcázar (la M innombrable de su apellido era de Manjavacas,
apellido que siempre ocultó). Fue cronista taurino de Prensa Gráfica, El
Imparcial y Luz. Publicó el libro ”Ignacio Sánchez Mejías, el
torero y el hombre”, y más tarde “Tauromaquia moderna”.
Otro gran cronista fue Carlos de Larra y Gullón,
que ocultaba su parentesco con Mariano José Larra, bajo el seudónimo de
“Curro Meloja”. Comenzó en el Heraldo de Madrid y escribía
también en el semanario “Los Domingos
Federico Almela Vives escribió en el semanario Dígame. Dejó diversas
obras y ensayos escritos. Fue un auténtico estudioso del “toreo cómico” tema
sobre el que hizo importantes aportaciones históricas.
Fueron cronista que tuvieron que juzgar con
objetividad una época cambiante del toreo y sobre todo la de los toros,
flojos, faltos de trapío y con astas
manipuladas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario