04/06/2022 Madrid. Las Ventas. Vigésimo octava corrida de abono. Lleno. Toros de Adolfo Martín y un sobrero de Garcigrande, de cierto juego. Aplaudido en el arrastre el1º, blandos de escasa fuerza el 2º 3º 4º y 5º. Devuelto el 6ºcon acusada cojera. Al sobrero le falto dar coces.
Rafaelillo, de grana y oro. Estocada una oreja. Pinchazo y estocada trasera saludos.
Manuel Escribano, de verde inglés y oro. Dos pinchazos y estocada corta trasera silencio Estocada desprendida saludos.
Alejandro Talavante, de verde botella y oro. Dos pinchazos, bajonazo y descabello silencio. Cuatro pinchazos, media estocada y descabello pitos.
Muy fuerte apostó el extremeño encartelándose en cuatro tardes y la posibilidad de 16 orejas se quedaron solo en la de la tarde de Jandilla donde cobró una. Ahí se acabo la tentativa de una reaparición, tan importante como esperada.
Continua el deterioro de nuestra querida plaza. Las últimas generaciones de beodos estrafalarios que han colonizado las gradas de sol, continúan con esa aptitud de imponer su criterio invasivo de una razón que no cabe en la tradicional liturgia. Es un mal tan contagioso capaz de perturbar un espectáculo tan ancestral como es la fiesta de los toros.
Una oreja barata, cobró el Murciano en el que abrió plaza con un toreo esmeril, es decir de desgatar a un toro que merecía otro trato y que al final fue el mejor del la tarde, un Adolfo que humillaba y se movía de acá para allá y que Rafael fue gastando el una faena de muleta inconclusa, eso sí coronada con una gran estocada. Con el tercero no pasó del arrimón, el toro con flojera ostensible dio pocas opciones y toro acabó en un arrimón sin sustancia.
El de Gerena, no engaño a nadie y bien que lo intento, fue en el que hizo quinto, donde a falta de recursos optó por el arrimón, esa opción utilizada para asustar a los tendidos y justificar la incapacidad. En este caso con dos arreones que le pudieron costar la cornada. El reto de la tarde, anduvo brujuleando por el ruedo, "banderilleó" sus dos toros de aquella manera, se fue a portagayola y entre trapazos, trallazos y otras lindezas, acabó con sus enemigos de dos estocadas defectuosas.
Lo que no queríamos que fuera, al final fue. Todos esperábamos al extremeño y nada menos que en cuatro tardes y fuimos contando de una en una, como niños esperando a los Magos de Oriente. La decepción ha llenado nuestros corazones al ver a un gran torero fracasar de esta manera. Han pasado tarde tras tarde sin que el torero encontrara el sitio adecuado ni el momento triunfal que busca todo torero, salvo la tarde de Jandilla no se ha visto al Talavante que recordábamos.
Ayer vimos un intento de toreo en primero de su lote, el toro flojo y con medias embestidas puso dificultades al torero, con la izquierda logró algún muletazo templado, pero ahí quedó todo, cerró plaza el sobrero de Garcigrande y se acabaron las opciones. Un mulo que recibió dos varas larguísimas paseando al caballo del 7 al 9 sin dejar de empujar. Hubo intención de arreglar algo la situación, dando tiempos para que el animal recuperar algo de lo que se dejó en el caballo y ahí se diluyó la hazaña de Alejandro
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