ENGAÑO

 18/06/2018. Madrid Las Ventas, un tercio de entrada. Al romper el paseíllo, se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de Iván Fandiño

Toros de Bohórquez. Mansos, flojos, descastados e inválidos.

Fortes. Pinchazo y estocada corta. Silencio. Bajonazo y descabello. Silencio. 

Álvaro Lorenzo. Estocada caída. Silencio. Pinchazo y estocada. Silencio.

Joaquín Galdós. Estocada caída. Saludos. Tres pinchazos y seis descabellos. Silencio.

Un encierro de tullidos, a los que D. Justo salvó, desoyendo al respetable,  de morir en el mueco. Seis toros vacíos de todo, sin fuerzas, que se fueron sin picar. Tan solo el tercero, se mantuvo en pie lo suficiente para regalar alguna embestida con clase, el quería, humillaba, pero su condición no le dejaba, el quinto , al igual que el tercero, repetía la embestida pero le faltaba la fuerza del toro bravo que se emplea y dio continuidad al naufragio del ganadero.

La terna entró en la tarde con ganas, los tres querían reivindicarse en Madrid por diversas rezones, pero se encontraron con el deshecho de Bohórquez, un corrida que debió ir al matadero, pero que el ganadero trajo a Madrid, el sabrá por qué.

Fortes, que quería dejar claras las cosas, se estrelló con dos tullidos a los que no se picó, con una flojera que junto a la invalidez, llegaron a la muleta parados, el malagueño intentó hacerlos pasar llevando  la muleta a media altura sin apenas obtener el mínimo lucimiento.

Lorenzo, corrió la misma suerte que su compañero, tuvo dos toros muy desiguales de presencia, pero iguales de condición, uno flojo y sin transmisión y el otro también. Pondremos una coma al quinto, que al igual que el tercero, regaló alguna embestida haciendo un esfuerzo estratosférico y el animalito se acabó rápido.

Tan solo el peruano Galdós, provoco olés y ovaciones, a pesar de la descolocación y el perfileo, mientras duró el espejismo del que hizo tercero, se fue apagando como una vela, para fallecer de una estocada caída,  claro que  también podía haber sido de un susto. En el sexto, con la tarde cuesta abajo, no era de condición  cambiar y sucedió lo mismo, solo que Galdós se embarulló con los aceros.

Una tarde larga de tedio, a pesar de que salimos a las 8, 55 PM