Juan Pedro Domecq, Murube, Albaserrada, Santa Coloma, Veragua y Miura. Mucho arroz para confeccionar un apetitoso guiso.
Como me gustaría ver una feria así, en lugar de novilleros con "figuras" del toreo. Pero me temo que no será posible nunca.
La Tauromaquia moderna no da cábida a una feria así, el toro bobo sobresale por encima de encastes legendarios como los anunciados en el municipio murciano.
La sofisticación, el engaño y la anuencia, invaden el entorno taurino y la nube de intereses nubla la verdad de tal manera que es capaz de rendir a la más añeja afición. Quizás ocurra porque es esa afición tan añeja, la única que tiene criterio comparativo para retrotraerse a tiempos donde la verdad era otra, donde no extrañaba ver una feria anunciada con estos hierros junto a figuras.
Y no es conformismo, es aburrimiento de ir a la plaza sabiendo lo que va a pasar y acertando la mayoría de las veces.
No me imagino lo que dirían aquellos que me inculcaron la Tauromaquia. A lo peor coincidían con mi opinión. De lo que estoy seguro es, que no tragarían con el toreo mentiroso ni con las figuras de papel que han creado la mentira, que la mantienen por encima de todo por su interés, que les importa una mierda los que vienen detrás y la afición, que forman esos grupos de presión para asegurarse el cocido y los de detrás que arreen.
Seguir denunciando esto, tiene poco valor, porque lo añejos somos pocos, pero lo seguiré haciendo porque me sirve de distracción y seguiré yendo a los toros y no me van a callar, iré con la escasa ilusión de ver detalles y con la posibilidad de que suene la flauta y disfrutar de alguna buena faena.
Gloria Cantero Martinez
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