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domingo, 21 de octubre de 2018

¿DONDE ACABA LA ILUSION?

La evolución en el inicio del toreo, ha pasado de aquellos torerillos de tapia, mal vestidos en muchos casos hambrientos y pasando penalidades por los caminos, a las escuelas donde los jóvenes se alinean con el fin de llegar a ser toreros. En ellas se forman en la Tauromaquia y paralelamente en la culturización académica.
Para estos buscadores de gloria, llegar al zenit se torna en una ardua tarea que no pasa de los primeros escarceos, los hay que llegan al ilusionante debut con caballos y como filtro de calidad, se estrellan en un intento de continuidad que no llega o se diluye al poco tiempo,
Y los pocos que consiguen traspasar esa barrera, encuentran una mayor  en el carrusel de los doctorados.
Han llegado al momento de la incorporación a lo difícil, han apostado por llegar a donde comen las figuras y no les queda más remedio de incorporarse al sistema, ese sistema gobernado por apoderados y empresas, donde premia lo económico sobre lo artístico y donde adaptarse pasa por encima de los aprendizajes obtenidos.
Ha de tener la suerte de que un apoderado introducido en el sistema, se haya fijado en sus valores y adaptarse a unos comienzos inciertos en ferias de tercera o cuarta fila en pueblos y pequeñas ciudades y triunfar.
Muchos, ha tenido una gloria efímera y no han pasado de matar algunas vacas o a lo sumo erales para darse cuenta del error y los que más se han quedado en el escalafón novilleril acomodados en la parte baja con menos festejos que los deseados.
Los doctorados han de someterse sin rechistar al sistema, aceptar las condiciones y quedar a la espera de las solicitaciones que llegaran o no. Revelarse contra el sistema, puede costar muy caro, porque en esto no manda el arte, los señores de la guerra ejercen su poder inmenso hasta con las figuras, dominan el sistema premiando la comercialidad, desprecian a su antojo, consienten manipulaciones que alteran la verdad y son capaces de despreciar al aficionado que los mantiene.
Saquen las conclusiones pertinentes y respondan la pregunta.


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Habría que volver hacia atrás cosa harto difícil, pero no imposible, donde el ganadero fuese eso ganadero el apoderado, apoderado, y el empresaro ídem. Donde en cada feria se dejasen puestos sin ocupar para posibles triunfadores de las anteriores, y se fomentase la competencia entre los diestros, vamos lo que ha sido toda la vida.

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  2. Hace ya demasiado tiempo que la tauromaquia está gobernada por gente sin ningún tipo de escrúpulo, sólo les interesa el beneficio económico,el suyo propio, matadores y ganaderías son solamete los productos con los que comerciar, y esa masa complaciente o vociferante es a la que hay que engañar para seguir viviendo de ella, eso si, sin hacerles el menor caso, pues hasta ahí podían llegar. Ya no se valora el toro encastado y bravo, eso hoy en dia es perjudicial para el criador, no se los van a pedir más, mejor el bobotoro que va y viene, el manso descastado. Tampoco se va a valorar el triunfo de un torero, que mas da, ya tiene los compromisos arreglados desde mucho antes, así que da igual si triunfa o no. Estando así el panorama que se puede esperar, donde nos queda la ilusión a los aficionados que encima se nos insulta y se nos maltrata. La respuesta la sabemos muchos, pero pocos por no decir ninguno nos atrevemos a comprometernos a dar la cara y acabar con este estado en el que se encuentra la tauromaquia, y cuidado que lo tendríamos fácil con unirnos y tomar medidas para hacernos, al menos escuchar. En fin será lo que al final dejemos que sea.

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