27/05/2023. Madrid. Las Ventas. Decimosexta corrida. Mas de tres cuartos. Toros de El Pilar, desiguales de presentación, mansos, flojos, inválidos y un sobrero lidiado en tercer lugar del conde de Mayalde, incierto, descastado y violento.
Diego Urdiales, de burdeos y oro. Estocada delantera, saludos con protestas. Media estocada atravesada y caída, silencio.
Pablo Aguado, de lila y oro. Metisaca y estocada corta. Un aviso saludos con protestas. Dos pinchazos y pinchazo hondo, silencio.
Francisco de Manuel, de nazareno y oro. Estocada. Un aviso- vuelta con protestas. Estocada. Dos avisos, Silencio
No ha sido una buena feria para la familia Fraile. El último salir a escena ha sido Nicolás y sus Juan Pedro, a pesar de la diferencia de encastes, no se puede decir que los ganaderos salmantinos hayan cosechado triunfo alguno, es mas, de lo lidiados, tan solo Valentón lidiado por Emilio de Justo el pasado día 11
Urdiales enlotó, para abrir plaza un mostrenco de seiscientos kilos aplaudido de salida, que hizo una falsa pelea en varas y se empleó en los quites a la verónica y las réplicas entre el riojano y el sevillano, fue lo mejor de la tarde. Aquel sueño duró lo que dura un caramelo en la puerta de un colegio. Urdiales, en un intento de agradar tiró de derecha con aseo, pero el aseo duró lo del caramelo y bastante tubo con aguantar las embestidas con la cara arriba, descompuestas y con peligro. Se fue al centro del anillo en el cuarto, para brindar al respetable. Pero la solución no era sencilla, embestidas cara arriba y huidas buscando querencias y se acabó todo.
Dos regalos le tocaron al sevillano, el que hizo segundo, se tragó unos derechazos a regañadientes y se acabó en parones y malas artes. El quinto, para no dejar mal a sus hermanos, sin recorrido y rebrincado, se paró y el sevillano tomo las de villa Diego.
El madrileño sufrió un espectacular voltereta que milagrosamente solo quedó en eso. Toda la corrida, incluso el sobrero de Mayalde, fueron gemelos en cuanto al comportamiento. Ardua la labor para sortear los parones y arreones de sus oponentes, al de Mayalde lo despachó de un espadazo en lo alto, que fue lo mas destacable.
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