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miércoles, 23 de mayo de 2018

LA DECIMOQUINTA TAMPOCO

22/05/2018. Madrid. Las Ventas, tres cuartos de entrada.


Toros de EL VENTORRILLO y uno de VALDEFRESNO lidiado en 5º lugarDesiguales de presentación. Excepto 1º y 6º el resto toreables. 

CURRO DÍAZ. Estocada caída. Silencio. Estocada. Palmas.
MORENITO DE ARANDA. Pinchazo y media estocada. Silencio. Pinchazo, media estocada y tres descabellos. Silencio.
DAVID MORA. Estocada. Vuelta. Dos pinchazos y estocada. Silencio.

Volvieron los Lozano a Madrid con un encierro desigual. Hubo cuatro toros que merecieron otra lidia. Se dosificaron en varas, al segundo y al tercero y se maltrato en la misma suerte al cuarto, al que se le dio una lidia desastrosa. Pierde sitio esta ganadería, que en su día puso en Las Ventas, toros de relevancia.


La terna, del segundo escalón del escalafón, que repetía en esta feria, no  consiguió el propósito de salir proyectados de cara a la temporada. Faltó acople a las condiciones del ganado y decisión para salvar las dificultades, cara alta y falta de condición, reponiendo y con parones, fueron las condiciones "insalvables" para los matadores.
El de Linares que enlotó el peor toro, el que abrió plaza, se encontró con un toro geniudo, áspero que rebañaba y  que le puso en apuros en varias ocasiones. El que hizo cuarto fue mal entendido  por Curro, se lidió de manera desastrosa, llegando a la muleta sin emplearse y solo le proporcionó la posibilidad de algunos muletazos sueltos.
El de Aranda, que anda necesitado de paseíllos, se quedó en los dos intentos, tan solo el toreo a la verónica en las dos ocasiones, fue su tarjeta de visita. Poco bagaje el conseguido de cara a las necesidades. Su lote, dentro de la mediocridad, anodino y falto de motor.
Mora, que sufre el mismo trato que sus compañeros de cara a las empresas, tuvo en el tercero de la tarde, el mejor toro del encierro. Una dosificación del castigo en varas y una excepcional brega a cargo de Otero, dejaron abierta una leve posibilidad. El Madrileño se empleó olvidando las distancias, para ligar un par de series al natural que llegaron al tendido, el fallo a espadas dejó el premio en tan solo la vuelta al ruedo. En el que cerró plaza, las situación se agravó con los parones, Mora muy despegado y acelerado, no consiguió acoplarse.

A tener en cuenta, la brega de Angel Otero en el tercero, perfecto de colocación colocando al toro para sus compañeros con capotazos lentos y suaves, sin molestar al toro y cerrándole para su matador a punta de capote de manera colosal.


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