EL EXPERIMENTO FALLÓ

31/05/2018. Madrid. Las Ventas.  Algo mas de media plaza.

Toros de EL PILAR. Desiguales de presentación y juego

JUAN BAUTISTA. Tres pinchazos y descabello. Silencio.

LUIS BOLÍVAR. Bajonazo. Un aviso. Silencio.

JUAN DEL ÁLAMO. Dos pinchazos y bajonazo. Un aviso. Silencio.

JOAQUÍN GALDOS. Cinco pinchazos y dos descabellos. Dos avisos. Silencio.

LUIS DAVID. Estocada delantera y contraria. Vuelta.

JESÚS ENRIQUE COLOMBRO. Estocada tendida. Vuelta.

Muy raro el encierro de Moisés Fraile, raro como el bódrío que se inventó la empresa. Los toros  desiguales de presentación, dieron un juego igualmente desigual,. Mansearon de salida, fueron al caballo con cierta alegría y sucumbieron en la muleta sin gasolina.

Lo que debería haber sido una terna como Dios manda, acabó siendo un sexteto, parido por la agilidad mentas de Don Simón o por la sabiduría comercial de Nautalia. En definitiva que la gran corrida de las naciones, acabó en reunión de pastores y en lugar de ovejas, murieron  los Juanpedros salmantinos.

Seis cero, sería un resultado escandaloso en el fútbol. Pues seis cero fue el resultado del bodrio, ninguno de los espadas, se libró del toreo moderno, insulso y desabrido, todos dieron vueltas , todos metieron pico y como auténticos clones genéticos y cirquenses adquirieron condición similar. En la magnífica obra de Zorrilla, D. Juan Tenorio, alardea frente a su opositor, D. Luis de Ulloa, Yo los muros escalé, la virtud atropellé, por donde quiera que fui, amarga huella dejé. Los matadores del bodrio, solo pueden alardear de la amarga huella.

Cuatro silencios, para cuatro matadores, como resultado de cuatro actuaciones anodinas que solo provocaron tedio y protestas. Dos jóvenes matadores que se autopremiaron con la vuelta al ruedo, por sendos espadazos, tomando a Madrid con la chufla festera de los corralitos peruanos.

Esto sería el resumen de una tarde a la que se le quiso dar un internacionalidad incomprensible para muchos, comercial, sobretodo para otros. Un invento de resultados antiestéticos que quizás si halla tenido la repercusión económica esperada, pero la artística solo es comparable a los sainetes de los hermanos Álvarez Quintero.

Debería quedar claro, la seriedad de este coso taurino, para que los foráneos que nos visitan, aprendan, respeten y admiren el prestigio que se ha ganado Madrid desde hace mucho tiempo, cuidar la imagen es obligación de los gestores, en beneficio suyo y