TOROS MANSOS Y TOREROS BRAVOS

27/05/2018. Madrid. Las Ventas, algo más de media entrada.

Toros de DOLORES AGUIRRE .Mansos como mulos, descastados, de diverso mal juego, huidizos, saliendo sueltos, rebañando, caras altas, parados, rajados y de mas virtudes.

RUBÉN PINAR. Dos pinchazos y estocada. Saludos. Bajonazo. Silencio.

VENEGAS. Bajonazo. Silencio. Estocada. Saludos.

GÓMEZ DEL PILAR.. Bajonazo. Saludos. Pinchazo, media y descabello. Silencio.

Muy mansa y virtuosa. A la mansada, hubo de añadir, lo difícil de picarlos, lo complicado de banderillearlos y lo nada fácil de torearlos. Mas que emoción como decían algunos, hubo expectación por saber que iba a pasar. No cabe duda que cuando se masca el peligro, la gente come menos pipas y al gin-tonic se le derrite el hielo y si las virtudes de su manseo, son tan variadas algunos ni pestañean.

Una terna, del sindicato de la necesidad. Toreros necesitados de paseíllos y mucho más de triunfo que les proyecte a conseguirlos, trabajadores del toro que no se miran el ombligo y apechugan con lo que venga, y además, le ponen verdad, ¡Ejemplaridad y oficio!.

El de Tobarra, abrió plaza con Botero, que nos equivocó, no enseñó el corte de los antiguos Aguirre, hasta que cantó la gallina, se empleó en la primera vara y huyó en la segunda. Llegó rebañando a la muleta y Pinar quiso entenderlo, tapándole la cara con la muleta muy cerca y con series muy cortas, así logró medio torearle con mucho riesgo. El que hizo cuarto, salió suelto del primer encuentro con el caballo en las querencias y empujo en la segunda, asustó a la peonada, que pasó un quinario para que el usía diera paso al matador. Parado y gazapón Rubén le dio matarile de un merecido bajonazo.

Venegas, llegó a Madrid a dejar impronta que le ayude a salir del banquillo, se encontró dos elementos que huyeron con descaro de los de la vara larga, que no se dejaron banderillear con facilidad porque medían, hasta que apareció El Sr. Adaliz y dejó el sello de un banderillero y que llegaron a la muleta, uno que embestía a arreones y regalaba coladas y el quinto que recibió cinco picotazo en sendas entradas y huidas, llegó a la muleta, parado regalando algún arreón y gazapeando.

Gómez del Pilar, en el que hizo tercero,   se encontró con Carafea, el animalito que tenía de todo lo malo, exigió al matador y el madrileño, le dio pelea, en su afán de no dejarse torear, arreaba hacia adentro, cara alta y demás virtudes, un bajonazo acabó con el martirio. El bondadoso sexto, al que costó picarlo, cinco entradas y cinco arañazos, también dio su guerra en banderillas, se rajó a las primeras de cambio y agotado por el esfuerzo, se fue a querencias y se acostó y allí tuvo nuestro amigo Gómez del Pilar que levantarlo y dejarle una media y un descabello, para dar fin a un festejo donde solo hubo casta en los toreros.

También vinos un gran suerte de aras a cargo de Daniel López al primero. Y se desmonteró David Adaliz en el pareo del quinto.