Toros de NÚÑEZ DEL CUVILLO, bien presentados, de escasa casta, dos con dulzura, 2º y 3º, sin castigar en varas.
SEBASTIÁN CASTELLA . Dos pinchazos y bajonazo trasero. Un aviso. Silencio. Dos pinchazos y estocada trasera. Un aviso. Saludos.
JOSÉ MARÍA MANZANARES. Estocada. Dos orejas. Pinchazo hondo y descabello. Saludos.
ALEJANDRO TALAVANTE. Estocada corta. Una oreja. Dos pinchazos, media estocada, seis descabellos. Un aviso. Silencio.
Cartel del gusto sevillano, torero querido de su afición y toros que gustan a todos. Del triunfalismo del día anterior, se pasó a algo mas normal.
Castella alargó una faena plana y aburrida y en el cuarto se pegó un arrimón sin sentido.
Una faena muy medida de manzanares, que tuvo momentos de toreo clásico coronada por un estoconazo en la suerte de recibir, le premió con las dos orejas de su oponente. En el quinto, con el fallo a espadas, se le fue la Puerta del Príncipe. No obstante, a tenor de lo visto, igual el cuñadísimo ha acertado en confiar en Manzanares como paladín de esta feria.
Talavante le cortó una oreja tercero y al volvimos a ver al extremeño en un versión del toreo al natural, con esa zurda prodigiosa que embarca al toro con cadencia y temple. Para mí lo mejor de la tarde.
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